Gabriel Marcolongo: La pandemia nos hizo pensar y trabajar muchísimo en entender dónde agregar valor, siempre teniendo en cuenta que estamos hablando de personas. Buscamos poner nuestro propósito por delante y entender cuál era la mejor forma de hacerlo funcionar, en un mundo que definitivamente ha cambiado. 2020 fue un año sumamente desafiante. En nuestro caso nos hizo ponernos al límite en todos los niveles y entender las necesidades de todas las personas que están trabajando dentro de Incluyeme. Por otro lado, salimos fortalecidos al momento de entender de que podíamos agregar valor a nuestros beneficiarios, no solamente en lo laboral, sino también desarrollando nuevas líneas de negocio teniendo en cuenta las necesidades de inclusión social de las personas con discapacidad.
P: ¿Cuáles son los principales desafíos que hoy enfrentan para seguir adelante con el propósito de Incluyeme?
G.M: Por un lado tenemos el desafío de seguir creciendo a nivel de cantidad de personas con discapacidad las cuales llegamos, no solamente en Argentina sino en toda América Latina. Hoy tenemos más de 30 millones de personas con discapacidad que se encuentran fuera del mercado laboral y nuestro desafío es tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible. Y por otro lado, queremos seguir sumando oportunidades, es decir trabajar con cada vez más empresas para que esta tasa de desempleo, que está en el orden del 70%, empiece a bajar. Y la forma es tratar fuertemente de traer oportunidades laborales a nuestros beneficiarios.
P: Las empresas argentinas, ¿están conscientes de lo que significa ser inclusivos a la hora de contratar personal?
G.M: La foto no es buena, pero la película me permite ser optimista. Hoy tenemos por suerte cada vez más organizaciones que están apostando incorporar el talento, no solamente de personas con discapacidad, sino entendiendo que el talento es tan diverso como son las personas. Todavía falta mucho y la prueba es esa tasa de desempleo súper alto para las personas con discapacidad. Nuestro desafío es seguir llevando cada vez más conocimiento para también que se entienda que al momento de contratar una persona con discapacidad se está contratando un talento y no haciendo caridad.
P: ¿Cuáles considera que como sociedad deberían ser los 5 primeros pasos a seguir para lograr tener una mejor inclusión laboral para las personas con discapacidad?
G.M: Comenzando por algo trillado, menciono que uno de los primeros pasos es la Educación, que en este caso implica que personas con discapacidad puedan acceder a ella de la misma forma que el resto de la sociedad. Necesitamos mejorar la accesibilidad de nuestras ciudades y diría de todas las instituciones académicas en general. Con esto no me refiero solamente a una rampa, un baño adaptado sino a buscar de qué forma podemos apoyar a los docentes a que puedan disponibilizar el contenido de la mejor forma posible. Y eso en general ayuda a todos los alumnos. Lo que funciona funciona por los extremos también funciona por los medios. Por otro lado, el cambio empieza a ser generacional. Al momento de tener compañeros y compañeras que posean alguna discapacidad, el resto de los chicos van entendiendo que una persona con discapacidad deja de ser alguien que va a otra clase u otra escuela. Pasa a ser un compañero y eso va eliminando barreras al momento de llegar a lo laboral o para compartir un asado o una salida para hacer deporte. El interactuar con quienes muchas veces no tenemos la posibilidad hace que se nos caigan miedos y prejuicios. Son los primeros pasos que tenemos que dar: educación y posibilidades. Y por otro lado, a nivel legislación tenemos en Argentina una muy buena pero que no se aplica y deberíamos facilitar el acceso para ese cumplimiento.
P: Recientemente lanzaron un programa de capacitación para personas con discapacidad en economía del conocimiento ¿Qué necesidad detectaron que los impulsó a ponerlo en marcha? ¿Qué objetivos persigue?
M.G: Nos impulsan los números que son irrefutables y las realidades que observamos tan de cerca. En Argentina 3 de cada 4 personas con discapacidad se encuentran desempleadas. Con la pandemia estas dificultades de acceso a un empleo se vieron aún más incrementadas. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Latinoamérica necesitarán para el 2025 cerca de 1.2 millones de desarrolladores para atender los desafíos que ha traído esta nueva realidad digital. Decidimos entonces dejar de enfocarnos únicamente en la empleabilidad para comenzar a focalizarnos en la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad. Entonces junto con la UTN, abrimos una convocatoria para capacitar de forma gratuita y virtual en economía del conocimiento a más de mil personas con discapacidad en 9 países de Latinoamérica. que apoyará la formación de diferentes perfiles con amplia salida laboral en la actualidad
P: En términos de formación ¿Qué beneficios ofrecen las capacitaciones en diferentes áreas a las personas con discapacidad? ¿Qué los diferencia de una casa de estudios tradicional?
M.G: Lo primero que nos diferencia es que no somos una casa de estudios, sino que nos aliamos, por ejemplo, con la universidad Tecnológica Nacional en Argentina, para que ellos sean quienes brindan los contenidos, la parte formativa. Nosotros nos encargamos de la difusión, soportes a los beneficiarios y luego de la empleabilidad de quienes se gradúan. Los beneficios fundamentales son que estas formaciones para los estudiantes que poseen una discapacidad son 100% gratuitas y tiene una gran salida laboral. Es decir, apostamos a lograr una empleabilidad superior al 70%. Entonces estamos convencidos que si formamos a las personas correctas en las habilidades correctas y posteriormente a esos talentos formados los apoyamos con las empresas que confían en Inclúyeme para que puedan conseguir un empleo, ahí definitivamente estamos logrando un cambio y esa es la gran apuesta de esta iniciativa.
P: ¿Hay industrias más abiertas a trabajar este tema? ¿En cuáles encuentran más apoyo?
M.G: No creo que haya una industria más abierta que otra, si lo que creo que hoy en lo que es tecnología hay una gran demanda de talento. Y esto hace que muchas organizaciones digan que si los candidatos pueden pasar el examen técnico y cumplir con las skills que se necesitan para el trabajo, se contrata a la persona. Esto ayuda muchísimo a ir eliminando barreras geográficas. Todas estas formaciones apuntan a lograr que los demandantes de ese talento sean el mercado global. Si sabes programar, diseñar, sabes de software, el mercado es el mundo. Entonces queremos que no importe dónde se esté en América Latina, sino que se pueda ofrecer los talentos hacia el mundo. Este es el mayor objetivo que buscamos. No tanto a nivel industria, sino que va mucho más a nivel sector, que demanda mucho talento como lo que es el de la Economía del Conocimiento.
P: Un mensaje para las empresas, para las instituciones educativas, para la sociedad en su colectivo
M.G: Animémonos a conocernos, un mensaje para todos. Creo que cuanto más conozcamos quiénes son las personas con discapacidad, entendamos que hay tantos tipos de discapacidades como lo es la diversidad humana. Si nos permitimos conocernos y tratar de no poner etiquetas, vamos a lograr una sociedad donde más personas puedan vivir de forma plena y equitativa. Esa es la invitación.
Fuente:https://www.ambito.com