Aunque en Venezuela desde 2006 está aprobada la Ley de Personas con Discapacidad, la normativa está lejos de cumplirse a cabalidad. Elementos básicos como la adecuación del transporte público, solo están plasmados en papel y no en la práctica. En Venezuela solo hay una unidad de rehabilitación físico motora, y se encuentra en Caracas en el Hospital Miguel Pérez Carreño. El término Personas con Discapacidad está siendo discutido para ajustarlo a Personas Diversas, porque se ha comprobado que pueden realizar actividades de la vida cotidiana con normalidad.
Valencia. Según la Ley de Personas con Discapacidad aprobada en 2006 por la Asamblea Nacional, el Estado Venezolano está en el deber de prestar atención médica, psicológica y hasta adecuar los espacios para que las personas con discapacidad motora, visual y auditiva puedan desarrollar una vida con mayor desenvolvimiento e independencia. Sin embargo, a 15 de años de haberse aprobado la normativa, para el directivo de la Fundación Ruedas de la Felicidad Carabobo, César Heredia, esta no se cumple.
Según la data no oficial que maneja Heredia, en Carabobo la estadística revela que 11% de la población total padece alguna discapacidad. Por ello, en el marco de la conmemoración este 3 de diciembre del Día Mundial de las Personas con Discapacidad, insistió que en el país se hagan los trabajos correspondientes para atender a esta población.
En la Ley de Personas con Discapacidad, el artículo 38 establece que tanto las empresas públicas y privadas que presten el servicio de transporte público, deben hacer las respectivas adaptaciones de las unidades para el uso por parte de las personas con discapacidad. La norma indica que estas deben poseer estribos, escalones y agarraderos, así como rampas o sistemas de elevación y señalizaciones auditivas y visuales, que garanticen plena accesibilidad, seguridad, información y orientación a las personas con discapacidad”.
Las unidades de transporte público como TransCarabobo y TransDrácula no cuentan con estos sistemas de atención para las personas con discapacidad motora. Los transportes de líneas privadas son de vieja data, tampoco pueden ofrecer comodidad para las personas con discapacidad. Según el Sindicato Único de Transporte en Carabobo solo hay 5000 unidades colectivas para atender la Gran Valencia, en 2010 el parque automotor era de 14.000 autobuses.
Población desasistida
Heredia, quien es coordinador operativo de la Fundación Ruedas de la Felicidad Carabobo, informó que en Venezuela solo hay una unidad de rehabilitación físico motora, y se encuentra en Caracas en el Hospital Miguel Pérez Carreño, actualmente estas instalaciones están en precarias condiciones.
En cuanto a los Centro de Rehabilitación Integral, aseguró que la crisis económica ha llevado a que se paralicen en 80% porque no cuentan con los equipos necesarios para hacer las terapias que necesitan las personas con lesión medular. Respecto a la atención psicológica, Heredia manifestó que la misma no existe para personas con discapacidad.
Giezy Corrales, psicóloga y directora de la unidad de bienestar Psicoestima, afirma que la terapia psicológica es importante para estas personas, porque les permite avanzar y conocer su condición, además con la ayuda de las terapias de psicología conductual y la psicología positiva, se fortalece la autoestima de los pacientes. Consideró importante que el núcleo familiar también participe en las terapias para fortalecer el seno de la familia.
Recuperación de sillas de ruedas
El costo de una silla de ruedas convencional oscila entre 300 y 400 dólares, mientras que las sillas deportivas cuestan entre 800 y 1000 dólares, estos precios prácticamente son casi inaccesibles para las personas con discapacidad motora de bajos recursos, por ello la Fundación Ruedas de la Felicidad en Carabobo ideó el plan «Sillas que Vuelan», que se encarga de recuperar sillas en mal estados.
En lo que va de año, el programa «Sillas que Vuelan», ha recuperado 40 sillas de ruedas que han sido donadas a personas de bajos recursos. Sin embargo, la puesta en marcha de esta iniciativa se ve empañada por la falta de recursos económicos, por ello César Heredia, hizo un llamado a la colectividad para que puedan hacer sus donativos y así poder dar nuevas oportunidades a personas que necesitan una mano amiga.
Para ensamblar estas sillas necesitan: cauchos, rolineras, tela para tapicería, grasa, pintura, entre otros. En el taller improvisado que está dentro de la residencia de Cesar Heredia hay gran cantidad de cuadros de sillas esperando por su puesta en funcionamiento. Las personas que deseen colaborar pueden comunicarse a través del número telefónico: 0424-437-68-76.
Otros donativos que podrían recibir son colchones anti escara, estos son de suma importancia porque minimiza el riesgo de muerte para las personas con condición de discapacidad motora.